1. ¿Cuándo se solicita?
La evaluación de la capacidad parental es clave en procesos de custodia, modificaciones del convenio regulador o en adopciones y acogimientos, para garantizar el bienestar del menor en cada situación familiar.
2. El interés superior del menor
El objetivo principal es siempre el bienestar del menor. Todas las decisiones deben centrarse en asegurar un entorno seguro, estable y emocionalmente saludable para su desarrollo.
3. ¿Por qué es útil?
Esta evaluación proporciona una visión profesional y objetiva que ayuda a los jueces a tomar decisiones fundamentadas, detectando posibles riesgos y garantizando que el menor esté en las mejores manos.
4. ¿A quién se evalúa?
Se evalúa a los padres o, con el consentimiento de ambos progenitores, también al menor. Es fundamental analizar las dinámicas familiares para entender cómo impactan en el desarrollo del niño.
5. ¿Qué se evalúa?
Se valoran aspectos clave como la estabilidad emocional, el vínculo afectivo con el menor, las habilidades educativas y la capacidad para cubrir las necesidades físicas y emocionales del niño.
6. ¿Cómo se evalúa?
Mediante entrevistas, pruebas psicológicas y observación de las interacciones familiares, se obtiene una visión completa de las habilidades parentales y el entorno en el que crecerá el menor.
Esther Veiga